1. Brevísima evaluación: le fue bien al Peje; mal al PRD, pero peor a los chuchos.2. El próximo grupo parlamentario pasa de 127 a cerca de 65; por casi nada la mitad. El 12.2% nacional es la peor votación desde 1991. Si el que quería "guanajuatizar el país" (aunque el PAN perdió la ciudad del mismo nombre) bajó su votación en cerca del 30 por ciento salió disparado de su partido. Sólo puede entenderse que el enorme capital de cinismo de Jesús Ortega le permite salir a decir que se tuvo un resultado "honroso" (o diría "horroroso") y a echarle la culpa a su némesis: AMLO.
3. Sólo se ganaron distritos en 8 entidades y sólo se es mayoría en donde se gobierna: DF, Zacatecas, Baja California Sur y Michoacán. Otras entidades identificadas antes con el perredismo se borraron: Tabasco, EdoMex, Guerrero y Oaxaca.
4. Por ejempleo, en suelo mexiquense no se ganó un solo distrito federal y sólo uno local. En 2006, esa entidad aportó 23 diputaciones.
5. En el DF, se perdieron 10 distritos (3 del PT en Iztapalapa, gracias al complot chapucero de los ChuchosArces y de doña Oliva).
6. Un caso extremo es Yucatán, un caso conocido por su servilleta. En esa entidad, el partido tiene una presencia testimonial de cinco puntos. En 2006, llegó a 15; pero el pasado domingo apenas rebasó un punto porcentual.
7. En Guerrero y Oaxaca, la Coalición por el Bien de Todos se llevó todos los distritos en 2006. Hoy, sólo obtuvo el distrito de Zihuatanejo en ambas entidades. La ideóloga RZ tendrá que hacer algo más que comprarse un rancho para acreditar residencia en Guerrero si quiere gobernar su patria chica. O cambiarse de partido, claro.
8. En Tabasco sólo se ganaron dos diputaciones de las seis en disputa, que como recordarán estaban en la bolsa en 2006. Mal precedente para la siguiente fecha de elecciones en octubre en que se renuevan alcaldías y Congreso local.
9. Pero a los Chuchos les parió la abuela. De acuerdo a un estudio de carácter confidencial realizado por especialistas y estudiosos en materias perredistas del FAP, no van a tener mayoría en el próximo Grupo Parlamentario. Sus apuestas fuertes en los pluris y en zonas fuera de la influencia amlista se les deshicieron entre los dedos. Sus candidatos fueron arrasados (como sus aliados de ADN y del GAP se cuentan con los dedos de la mano... y sobran).
Haciendo cuentas, los diputados defeños son mayoría por distrito (17 de 39) y ahí sigue partiendo el queso la alianza que mantiene a AMLO. Las internas pasadas fueron clave para que fuerza no necesariamente de NI colocaran candidatos, como los que están en órbitas de cacicazgos locales (como el PRI, pues): en BC, Chiapas, Michoacán, Guerrero y Zacatecas, grupos que no se irán con los responsables princoales de esta debacle. NI se quiso desquitar sirviéndose con la cuchara molera en los pluris, pero en un escenario de votaciones cercanas a 20; el peor resultado de las encuestas fue mayor a la votación obtenida por el PRD. En la casa de los petistas que se aliaron con Ortega lloraron lágrimas de sangre: no los vamos a mantener durante el siguiente trienio: no ganaron nada, porque estaban en zona de riesgo pero con un estimado de votación mucho más alto que el observado.
Fuerzas no tan grandes están sobre representadas en el próximo Grupo Parlamentario, como Foro Nuevo Sol cuya matriarca ni se despeinó para batear al monrealismo.
De las cuentas del analisis citado, NeoIzquierda sólo colocó a 15 de sus militantes en un grupo de 65 legisladores. Tendrán que poner a trabajar su maquinaria de negociación para hacer alianzas que les permitan posicionarse a partir del 1 de septiembre próximo.
10. Andrés Manuel gana de calle. Logra mantener a sus partidos "juanitos" con registro. Coloca diputados fieles: de 11 diputados petistas, sólo 4 son de ese partido, el resto los puso AMLO. Y tuvo una victoria epopéyica en Iztapalapa.
Tiene una representación en diputados perredistas que ya se quisieran para un día de fiesta: el conglomerado de fuerzas que agrupa Izquierda Unida tienen 25 diputados químicamente puros. El resto, proveniente de fuerzas locales, se puede reacomodar en el camino y serán determinantes en lo que venga.
Tal vez por eso el "asnar" del PRD ya puso el bigote a remojar. Reculó en el tema de la expulsión.
11. El "voto duro" del PRD ha sido en elecciones anteriores de unos 6 millones de votos. En 2006, se alcanzó el máximo de 15 millones. Tres años después, el PRD sigue con ese voto, pero fragmentado: 4 del PRD, 1.2 del PT y 800 mil del partido Conveniencia. O sea, su voto no ha crecido (el padrón sí, por lo que se ha reducido en términos relativo) y se ha dividido. Claro, la culpa no es sólo de los que apostaron al colaboracionismo cuya inutilidad está vista. Lo es también de esa forma vertical, autoritaria, caudillista, mesiánica y tan elemental de hacer política que es el proyecto de AMLO, que no es capaz de crear organización ni discutir temas en profundidad.
Porque bien visto, su voto duro es de 2 millones (de la Coalición "Salvemos el Registro") y si bien le va un porción de los 4 del PRD (el cálculo de la mitad de éstos por parte de Ciro Gómez Leyva me parece excedido). Pero no es mayor de otros 4 millones. Ante un padròn de 80 millones y una votación de unos 40 millones, digamos, en 2012. Pues simplemente no da, insisto, más que para un 10 por ciento testimonial.
Ya ven?: fue horrible
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