El pasado 10 de marzo, Sharon Stone cumplió medio siglo de vida. Después de 40 películas que bien pueden irse a la basura con excepción del espectacular cruce de piernas en “Basic Instincs” (de hace tres lustros), el estelar en “Casino” y su breve aparición en “Broken Flowers”, la actriz, nacida en una pequeña ciudad de Pennsilvania, asegura mantenerse firme, alejada de los carniceros plásticos (hace poco llevó a tribunales a un médico que afirmó haberle practicado un lifting) y segura de sus encantos.
Su secreto, dice: “poco alcohol, casi nunca cigarrillos y todo en su justa medida”.
Una belleza clásica, una sensualidad desbordante, un coeficiente intelectual alto (154), tres divorcios,
En una cena de gala en Cannes el año pasado, recaudó 7 millones de dólares entre la socialité. En noviembre subastó una cita con ella en Nueva York. “¿No valgo 100.000 dólares, chicos?”, retó a los oferentes.
El año pasado, también, Luis Eduardo Auté le compuso "Alone with you" en su última producción “A día de hoy”. La letra está en inglés, supuestamente para que Sharon acusara recibo inmediato. Hasta el momento, parece que no hay respuesta. Como sea, nos unimos al homenaje a una de nuestras musas, con la traducción a la canción del caso, todo un monumento a la añoranza y al onanismo.
A SOLAS CONTIGO
(Luis Eduardo Aute)
esté bien o no,
permíteme que sea tu amante
en mis sueños, esta noche.
Cerraré mis ojos
te tendré a la vista
sentada justo delante de mí
con tu ropa ajustada
y jugueteando con
un cigarrillo,
que enciendo
cuando lo mandes.
El humo se adelgaza,
de repente se humedece
cuando el deseo
crece en mi mano.
Porque, sabes,
oh, Sharon, mi piedra preciosa,
para los solitarios un sueño hecho realidad
cada vez que estoy en tí
cuando estoy solo,
a solas contigo,
cuando estoy en tí
sin tí.
Tus muslos se apartan,
alas en vuelo,
me llevan al paraíso
de tu infierno esta noche.
Y entonces ardemos
en delicias,
todos los ángeles de fuego
alcanzan su altura de placer.
Entonces busco
un cigarrillo
lo enciendo
a mi gusto.
El humo se adelgaza,
se ahoga en el sudor
cuando tu imagen
se funde en mi mano.
Porque, sabes,
oh, Sharon, mi piedra preciosa,
para los solitarios un sueño hecho realidad
cada vez que estoy en tí
cuando estoy solo,
a solas contigo,
cuando estoy en tí
sin tí.
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